El pasado día miércoles 23 de octubre, los
alumnos de la asignatura TIC para la Historia, asistimos al MAM (Museo
Arqueológico de Murcia) para recibir una charla sobre las Tecnologías
implementadas en el mismo.
[Fotografía de Alba Giménez]. (Murcia. 2019).
De este modo, es prácticamente impensable el
hecho de que hoy en día, un museo no cuente con página web, pero, de lo que
verdaderamente no nos percatamos es, de que este salto tecnológico apenas tiene
más de veinte años.
En primer lugar, el museo comenzó a
constreñirse mediante la utilización de carteles o paneles explicativos.
Asimismo, cuando lo que aun predominaba era lo escrito, se comenzaron a
incorporar fotografías y más tarde, vídeos. Ahora, esto puede parecernos antiguo
o incluso desfasado, puesto que lo que predomina son las reconstrucciones 3D y
las infografías, entre otras.
Por este motivo, los museos deben ir
actualizándose en favor de las TIC y del contexto, ofreciendo al espectador
una experiencia personalizada. Es por ello, que según asegura Luis Enrique, el
MAM está tratando de dar un paso más allá, ya que la idea es ofrecer al público
diversas posibilidades (fotografías, vídeos, mapas…) y que sean ellos los que
elijan, aunque siempre se incorporarán los textos básicos.
Según nos explicó también, se intentó
incorporar al museo la tecnología de los códigos QR, pero este proyecto no pudo
terminar de llevarse a cabo, debido a los problemas relacionados con el tamaño
de los mismos y a la iluminación que presenta el museo en cuestión. Pues lo
cierto es, que este cuenta una iluminación bastante vaga, que imposibilita ver
en ocasiones con claridad las diversas piezas. Además, la iluminación genera en
ocasiones un cierto halo de inquietud e intranquilidad.
Tras este intento de implementación de
códigos QR, se decantaron por la aplicación de unas nuevas etiquetas, que no
solo ofrecen al visitante más información de la que el museo les otorga
(mediante vídeos, fotografías, mapas o enlaces web) sino que también facilitan la visita a aquellas personas que presentan discapacidades, proporcionando direcciones además de explicaciones. Del mismo modo, se encuentran
disponibles en diversos idiomas para que el público solicite el que desee.
Actualmente, están desarrollando una nueva versión de estas etiquetas; las
etiquetas Kids, con las que pretenden incorporar juegos y mantener entretenido
al público más joven.
Después de esta introducción sobre los
proyectos llevados a cabo en el MAM, comprobamos mediante la aplicación NavilensGo, la
funcionalidad de dichas etiquetas. Estas crean, como bien se indicó más tarde
en la puesta en común, una incipiente necesidad en el visitante. De hecho, este
fin de semana, algunos compañeros visitamos el Museo Arqueológico Cayetano de
Mergelina en Yecla, donde también comprobamos la eficacia y usabilidad de las mismas.
La diferencia es que el MAM, tiene desarrollada de una forma más exhaustiva el
proyecto, ya que en sus etiquetas, puedes cambiar el color de las letras y de
la pantalla, además de ampliar o disminuir el tamaño de la letra, dependiendo
de las necesidades presentadas. Sin embargo, el MAYE (Museo Arqueológico de
Yecla) no cuenta con ninguna de estas funciones y su contenido es muy precario
a diferencia del MAM, que presenta vídeos, textos y fotografías.
[Fotografía de Jaime Vizcaíno]. (Murcia. 2019).
No obstante, aún queda mucho para que estos proyectos se desarrollen por completo y se conviertan en un triunfo del futuro, puesto que como bien indicó Luis Enrique, la clave de la museografía es ir siempre un paso por delante utilizando el lenguaje del público. Por ello, las etiquetas implementadas, se han convertido en el preludio de lo que podría ser el “Museo a la Carta” Pues, en definitiva, lo que se pretende, es la accesibilidad total en la que se pueda descargar cualquier tipo de información.
En mi opinión, creo que el museo podría
mejorar bastante si la luz se incrementase y si los colores empleados no fueran
tan neutros. Del mismo modo, sería ideal que en alguna de las salas, hubiese
ventanas para dejar que la luz natural penetrase.
En el caso de la implementación de las
etiquetas, trataría de explicar a cualquier visitante la importancia de estas y
les mostraría que existe una aplicación que pueden descargar en sus teléfonos
móviles. Puesto que lo importante es hacerles saber que dicha aplicación existe
y que aporta una ingente cantidad de información.
[Fotografía de Freepik, 2018]. Recuperada de <a href="https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/logo">Foto de Logo creado por rawpixel.com - www.freepik.es</a>
En definitiva, si tuviese que desarrollar mi
propia propuesta museística, pienso que jamás eliminaría la esencia del museo
tradicional. Quizás sea una cuestión demasiado idealista, pero creo firmemente
que nada puede igualar la emoción de disfrutar la pieza en primera persona. Además,
las salas recrearían un ambiente acogedor y hogareño, evitando la sensación de intranquilidad
o desapego. Habría grandes ventanales donde la luz natural penetrase y, sobre
todo, trataría de que todas aquellas personas con discapacidades o de otros
países, pudiesen sentirse cómodas y con la facilidad de poder visitar
perfectamente el museo.
Finalmente, implementaría las NTICS con la
utilización de las reconstrucciones 3D, las RRSS (Redes sociales) y la Realidad
Aumentada. Pues sería maravilloso el poder disfrutar de una reconstrucción de
la vivienda de Pico della Mirandola, al igual que poder sentir que paseas por
Roma. Sin embargo, no debemos olvidar que las RRSS son la clave de nuestro
entorno y por ello, el museo contaría con diversos Hashtag para que una vez realizadas
las fotografías, estas se suban a la red utilizando los HT correspondientes a las diversas
piezas. Lo que daría a conocer el museo por todo la Red.
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