En la primavera de 1486, Pico regresaba de Francia con el
fin de declarar sus 900 tesis en Roma.
No obstante, antes de que se produjese su llegada, realizó una breve estancia
en Arezzo, donde cayó rendido bajo los encantos de una tal Margherita, que resultó
ser la esposa de Giuliano Mariotto de’ Medici, pariente de Lorenzo el
Magnífico.
Según el autor anónimo de la Crónica de la noble familia de Pico, la mujer, enamorada de él y sabiendo
que este se dirigía a Roma, se acercó y le dijo:
"Continuo, si eres ese
caballero que creo que eres, ¿me aceptarías en compañía hasta Roma?"
El rapto de Europa. [Pintura de Rubens].
Este conocido pasaje, deja entrever lo que pudo o no suceder
pero, en cualquier caso, no se sabe si es o no del todo fiel. Lo que sí se
tiene por seguro, es que ambos habrían acordado verse tras una misa, para así justificar
la salida de Margherita. Sin embargo, dicha misa apenas duró una hora y su
esposo, temiendo que algo pudiera haberle sucedido, dio la voz de alarma. A esto
se le unió el hecho de que la criada que acompañaba a Margherita, dijera a
Giuliano, de buena o mala fe, que su esposa había sido raptada. Este, hizo
sonar las campanas de la ciudad y logró reunir a un séquito de guerreros, que
lo acompañaron en su búsqueda.
Mientras tanto, Pico y Margherita habían llegado
prácticamente a los arrabales de Arezzo, cuando, de repente, se encontraron con
que la carretera por la que debían continuar su camino estaba cortada, por lo
que no pudieron materializar su huida. Esto, derivó en un aturdidor enfrentamiento
por parte de ambos bandos, pereciendo algunos de los hombres de Pico y
sufriendo él mismo importantes heridas.
Finalmente, Pico fue apresado en la ciudad, donde
posteriormente sería enviado a Florencia. Lorenzo de Medici, quien tenía
que tomar parte en la contienda, decidió apartar a Pico del peligro. Este,
una vez fue liberado, se refugió en Perugia, donde curó sus heridas durante año y
medio, mientras esperaba que el escándalo cesase.
Lo que nunca imaginó, es que dicho escándalo iba a
convertirse en una mancha de la que todo el mundo hablaría. Incluso, su cuñada, Costanza Bentivoglio, mencionó que
Doña Margherita, quiso en todo momento ser raptada. Lo que dio lugar a una
inmensa multitud de habladurías.
El rapto de Perséfone. [Pintura de Luca Giordano].
Del mismo modo, hubo también quienes los defendieron. Este
fue el caso de Marsilio Ficino, quien publicó en dos variantes el Apologus de raptu Margarite nymphe ab heroe
Pico, donde recordó de modo conciso y penetrante, que su amigo era un “héroe
genial”, pues este era hijo de Mercurio y
Venus, mientras que Margherita era una ninfa hija de Venus y Apolo. Además,
Ficino, recurrió al Evangelio, en donde se decía que a Marta (Margherita) le
aguardaba el reino de los cielos.
Finalmente y como bien recordaría Ficino en su obra, “los demonios malvados de Marte, a pesar de la justicia
divina, separaron con violencia a la ninfa del héroe, e injustamente la
devolvieron al marido. La plebe, que ignora la ley divina, aprueba la crueldad
de Marte y desaprueba la magnanimidad del héroe”
Bibliografía
Batkin, L. M. (1990). Gli umanisti italiani.
Stile di vita e di pensiero. Roma, Italia: Bari, Laterza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario